The Enantiomorphic Chambers (Cámaras enantiomorfas), 1965/1999
Acero pintado, espejos, 2 piezas, c/u 61 × 76 × 79 cm, copia de exposición
de 1999.
National Museum of Art, Architecture and Design, Oslo
Cortesía de Estate of Robert Smithson, James Cohan Gallery, Nueva
York
Las Cámaras enantiomorfas de Robert Smithson constan de dos estructuras
simétricas que soportan en posición vertical dos espejos enfrentados. En
el estereoscopio del siglo XIX dos espejos se posicionaban con un ángulo
de 270° de tal modo que cada uno reflejara una ilustración orientada hacia
ellos. Ambos reflejos se funden en la mirada conjunta de los dos ojos dando
una impresión de profundidad. Pero lo que en el estereoscopio era aprovechamiento
de la visión binocular se convierte en manos de Smithson en lo contrario
de ese principio.
La construcción simétrica de las Cámaras enantiomorfas reproduce de manera esquemática la forma antropomórfica, igualmente simétrica. Manos y ojos son enantiomorfos: iguales en la forma pero no congruentes. Tal estructura antropomorfa hace que nos resulte fácil situarnos en relación a estos “aparatos de prueba”. Las posibilidades son diversas: pueden verse espejos vacíos, verse uno mismo entre dos espejos, mirar a izquierda o derecha, situarse frontalmente ante ellos o de espaldas a la pared entre ambos. En ningún momento se satisface un deseo narcisista de plenitud. Siempre interactúan la mirada pasada recordada, la mirada presente vivida y la mirada futura imaginada. Al final no es posible sustraerse a la impresión de estar siendo observados por dos ojos muy distantes entre sí.
Nacidas en el contexto del Minimal Art, las Cámaras enantiomorfas no son una escultura minimalista observable como un todo desde cualquier punto, sino que desarrollan un modelo para el estudio de la percepción y de la relación fluctuante entre el yo y los otros.
Nonsite Essen (Soil and Mirrors) [Non site Essen (Tierra y espejos)],
1969.
12 espejos. Colección Michalke, Múnich.
Doce espejos cuadrados -cuatro de ellos colocados sobre el suelo y los restantes
adosados en parejas verticales que componen una cruz- forman cuatro compartimentos.
En cada uno de éstos se acumula material (basura, escorias…) encontrado
por Robert Smithson en alguno de sus legendarios paseos por los distritos
marginales y de transición que normalmente no merecen ni una mirada por
estar tabuizados. Aquí se trata de la Cuenca del Ruhr, cerca de Essen, un
lugar que a finales de los sesenta presentaba un aspecto muy distinto del
que tiene hoy. Los espejos y los materiales se sostienen mutuamente en esa
disposición, un equilibrio físico que parece reafirmar la imagen engañosa
mezcla de realidad e ilusión. En cada compartimento un montón fragmentario
se une a su imagen reflejada para formar otro perfectamente simétrico en
un completo universo en miniatura. Introduciendo en el museo un material
carente de valor y dándole esa forma, Smithson estableció una relación dialéctica
entre el lugar y el no lugar. La intervención del reflejo del material es
para ello de una importancia decisiva.
Robert Smithson (1938-1973), vivió en Nueva York.
www.robertsmithson.com
Exposición: Artistas
Cuenta con el patrocinio de Pro Helvetia
MÁQUINAS DE MIRAR. O cómo se originan las imágenes
es una exposición que se enmarca en el proyecto Tácticas
visuales / Visual Tactics y cuenta con el patrocinio del programa
Cultura de la Comisión Europea.